Gracias al equipo Cuadro por la confianza.
Muy contento de haber terminado este gran reto,
primera ruta trazada por mi, empezando en Hidalgo y terminando en el estado de Querétaro. Gracias al GrandPa @decalleacerro que fue el único que se animó a esta locura.
Gracias México que no deja de sorprender lo grandioso de su gente y sus tradiciones.
Gracias Maurten oficial por abastecerme para poder pedalear la Patagonia Verde de Across Andes
Mis ojos no habían presenciado paisajes tan hermosos,
Coyhaique, El Blanco, Ñirehuao, Mañihuales, Villa Amengual, Puyuhuapi, La Junta, Lago Verde, Villa Ortega. Todos paisajes muy diferentes pero todos lugares que quedarán grabados en la memoria para siempre, no solo por los paisajes, ni lo que me hizo sentir, si no por su gente que hizo que todo fuera más especial.
Estos videos resume una carrera ( @acrossandes ) que se convirtió en una aventura con mi cuerpo. conociéndolo y disfrutando, descansando, comiendo y planeando todo para culminar la carrera en 4 días, pero la mezcla de todo, trajo un cuadro de intoxicación, para detenerme y respirar.
Tomar impulso y seguir. 🛸
Gracias @apidura por mantener todo mi equipo 💦🧳 protegido.
@albaoptics por mantener mi camino seguro 👓 👀 ❤️🔥 maurten_official por todo el poder 🔥🔥🔥❤️🔥
gracias @anapontes ❤️🔥🫶🏾✨por todas tus porras, fue todo.
gracias chirimaiki @jaime_napo por las recomendaciones.
@bombardierscycles por darle sonido 🛞 🐝🛞a mi viaje
@enbiciadosbike por todo el apoyo ❤️🔥🫡
Música x @kapax.sound
Fotografía de Irving Cabello
por L. Ham
Sebastián Ospina es un artista radicado en México desde hace ocho años. Sus obra a incursionado en diversos medios, experimentando y reinventándose constantemente, aunque su reconocimiento ha llegado mayormente del collage digital. Su obra ha sido presentada, entre otros lugares, en el Centro Cultural Border y en Plaza Cultural Los Laureles, donde recientemente inauguró su exposición Siempre por mi nombre, donde explora la identidad a través del collage.
Fotografía de Irving Cabello
TA: Me decías que no eres de acá. ¿De dónde eres?
Soy de Armenia, Quindío. Es una región de Colombia, zona cafetera. Estudié creatividad publicitaria en Buenos Aires, y ahí conocí a un amigo mexicano con quien hice buen equipo. Se abrió una oportunidad acá y él me dijo, “vente”. Justo hace un mes cumplí ocho años.
Fotografía de Irving Cabello
TA: ¿Cómo fue tu llegada México? ¿Qué impacto tuvo México en tu obra?
Sobre todo el momento, más sí, el espacio, la cultura, los olores, todo lo que tiene México, que es una cantidad de cosas… Yo ya venía de Colombia con una onda de collage digital surrealista, publicando algunas cosas, y acá tuve un espacio más introspectivo. Ese momento me ayudó para expresarme y empezar a pintar, cortar papel, y obviamente algo que me impulsó mucho fueron las revistas de los mercados. Me la pasaba recortando, se llenaba mi casa de basura, puras revistas viejas, una tras otra. Entonces sí, claro, México ha tenido una influencia en todo, artístico y personal.
TA: ¿El recorte y pegado del collage se relaciona para ti con el salir de un país o un contexto para insertarse en otro?
No lo había pensado, pero la vida es un collage, lo hemos platicado, y quizás yo vine con otra forma de pensar, otra visión, misión, lo que sea. Y el mismo entorno te va llevando a agregar cosas y a cortar y a pegar y a mandar a la verga a las personas. Quizás en esa analogía sí soy un collage aquí en México.
Fotografía de Irving Cabello
TA: ¿Y a partir de tu llegada, cómo han evolucionado tus proyectos artísticos?
Yo llegué aquí a hacer publicidad, y hubo un tiempo en el que me cansé de ello y me invitaron a trabajar en una agencia de bien social, que me latía muchísimo. Eventualmente cerró y por cuestiones del destino me quedé un año sin trabajo, sin papeles. Lo que pasó fue un momento que forzosamente me di para poder saber qué quería. Ahí empecé a exponer, a explorar, experimentar, empecé a ir a exposiciones, a conocer gente que se movía en el medio. Tuve mi primera exposición que fue en México con una persona que lo ha hecho bien, quizás el artista más emergente de todos con quienes he expuesto, fue muy grato para mí. Después comencé a moverme. Me cansé del collage, hubo un tiempo donde pensé “cortar, pegar, lo hace todo el mundo”, y empecé a pintar. Eso me ha llevado de una cosa a otra cosa. Luego, comencé un proyecto de fotografía de retratos mexicanos, retratos de personas que eran invisibles; invisibles en el contexto, la persona que es indígena, o que está pidiendo dinero, o simplemente que viven invisibilizados. Yo quería invisibilizarlos. Es como Basquiat, que decía que él tachaba las palabras para que la gente las leyera, porque si lo tachabas, jugaba con la psicología y la gente leía eso.
Pero soy una persona muy hiperactiva. Se cortó eso y entonces empecé a hacer video. De una u otra forma el collage ha estado. Quizás con otras técnicas, pero el collage ha estado.
Fotografía de Irving Cabello
La última vez que hablamos me contaste de esta idea sobre hacer collage con video. ¿Cómo se ha desarrollado esa transmedialidad en tu obra?
No seguí desarrollando. Trabaje eso en ciertos momentos. En el momento de edición, al hacer el video, trato de hacer juegos más visuales sin que sea tan cuadrados, como lo son dos imágenes en un mismo cuadro o una superposición. Lo que más me gusta es tener ese tipo de detalles, detalles mínimos como el de los collages que tengo colgados en mi pared.
Fotografía de Irving Cabello
TA: ¿Te encontraste o sientes que este tipo de proyectos, más transmediales o interdisciplinarios, son más difíciles de mover y difundir de lo que sería un cuadro o un collage?
Creo que es más fácil porque hoy en día tenemos las plataformas digitales. Ahora estoy en un punto donde nada de lo que yo hago me gusta. Entonces le rascas y destruyes y lo vuelves y lo destruyes y lo pintas y repintas y recortas y destruyes. Y siento que todo mundo está haciendo lo mismo, entonces es una búsqueda constante de tener ese “algo”, sea algo poético o algo en texto. Ahora estoy pensando en microcuentos. Son microcuentos de una cuartilla, y lo que quiero hacer es narrarlos e interpretarlos con una sola imagen. Son cuentos de literatura urbana, con jerga callejera.
Fotografía de Irving Cabello
¿Qué piensas de nuestro contexto artístico actual?
Creo que todos nos referenciamos de lo mismo ya, y me incluyo, todos leemos lo mismo, el mismo artículo, estamos siempre en el mismo círculo. Obviamente hay ciertas personas con información que no tienen otras personas, y esa información se comparte, pero también tiene que ver con ciertos toques propios que cada persona le da a su obra y eso puede hacer la diferencia. Por eso creo que todo mundo está haciendo lo mismo. En el collage, la gente está haciendo el mismo collage. Quizás sean diferentes en contexto y razón. Pero es la misma estética. Entonces estoy patinando ahorita, no quiero ser parte de ello.
Fotografía de Irving Cabello
Regresando al collage, ¿qué ramas no se han explorado?
Yo creo que todo se ha explorado en el collage. Es un método muy fácil, desde la escuela nos ponen a cortar y pegar para empezar a aprender, es algo sencillo para enseñarle a la gente. Creo que el collage está y está de todas las maneras. Siento que debemos de tomar de otros referentes, no leer de arte sino leer de sociedades, no leer de collage sino leer de algún tema filosófico, son cosas que solamente tú sabes de eso, o tú y pocas personas, pero que en tus textos existe y puede lograr hacer que alguien diga “¿Madres, qué es esto? Brutal”. Te lleva a otro contexto para decirte algo que quizás hubieras podido decir más directamente.
Fotografía de Irving Cabello
Siento que había un poco de eso en el proyecto que presentaste en Chihuahua, en tanto que las imágenes que presentaste no venían de revistas, sino que eran tus propias fotografías. ¿Podría eso ser todavía explorable?
El proceso es muy bonito cuando es algo que haces tú, pero luego piensas “M’ta, estoy contaminando un chingo.” Es imprimir y eso me duele también. Para esta pieza en la pared gasté seis hojas a full de tinta, y ahí comienzas a preguntarte muchas cosas, y por eso está bueno usar los recortes que ya están, para reciclar, pero si quieres un proyecto más tuyo tienes que ver la forma de hacerlo tuyo y desde cero. En este caso siento que la exploración estuvo bien, conceptualmente, lo visual lo hemos visto en muchos lugares, pero aquí hablar del género y decir que una persona son muchas cosas o muchas personas o muchas apropiaciones, fue interesante.
Fotografía de Irving Cabello
¿Me podrías contar más sobre el cansancio del que hablabas hace un momento, al respecto del collage y la exploración de otros medios?
Eso partió desde que estaba haciendo digital. Hacer collage digital es muy fácil, es buscar una imagen digital de lo que quieres, y puede ser desde la naturaleza hasta lo sexual hasta lo bizarro o lo que consideres que puede llamar la atención, o hasta quizás algo oportunista, como “pasó un huracán, hagamos un collage de huracán”. Siento que las personas se apropian mucho de eso para tener likes. Me fui tumbando mucho ese umbral, a pesar de que me iba muy bien, me publicaban en libros, en revistas…
Fotografía de Irving Cabello
¿Tuviste una exposición en el Border, cierto?
Sí, fue una instalación, me gané una convocatoria, y la instalación se llamó Separación de cuerpos. Fue algo muy personal que tenía que ver con una relación en la que estaba y lo que hice fue tomar fotos a una persona que me ayudó y al momento de la instalación, la foto explotaba en gigantesco.
Entonces esa misma zozobra de tener algo nuevo, algo me hizo comenzar a hacer collage análogo, a pesar de que a nadie le gusta: pasé de 100 likes a 2 likes, pero aún así es más la satisfacción de tener el pegamento en las manos y saber que lo hice yo y no la máquina. Es más tangible. Y esa exploración me llevó a hacer collage y echarle pintura, luego eventualmente a la pintura y a empezar a hacer estas cosas que son collages de pinturas, porque no es una imagen que te diga algo, sino que son letras, rayas, trazos, personajes y lo que quieras.
Fotografía de Irving Cabello
¿Crees que existan peligros para el arte digital en la era digital?
Peligros hay en todos lados. Porque igual tú te puedes desviar, copiar o capaz que se te acaba la inspiración y no vuelvas a hacer nada. El punto siempre es reinventarse, el punto es quizás no hacer las cosas porque son fáciles y porque ya lo sepas hacer, sino más bien si ya puedes abrazar una cosa, ir a buscar qué más se puede abrazar. Es buscar esa satisfacción personal.